Todo el mundo conoce las golosinas de llamativos colores. Pero ¿cómo pueden ser aún tan populares estas delicias de cuando éramos niños y cómo se consigue que sea un auténtico placer masticarlas? La respuesta: ¡gracias a los hidrocoloides!Este término técnico engloba un grupo de sustancias con capacidad para espesar agua. Se usan para cuajar, gelatinizar y estabilizar cualquier tipo de comida. Pero no sólo las gominolas dependen de los hidrocoloides. Puddings, gelatinas de frutas y postres, entre los que destaca el italiano panna cotta, también necesitan de esta sustancia. Sin embargo, no todos los hidrocoloides se pueden utilizar para cocinar. La mejor opción es la gelatina. Las gominolas con esa textura especial sólo pueden fabricarse con gelatina, lo que les da esa consistencia de goma. Además, la gelatina no sólo destaca gracias a su versatilidad en la preparación de comidas, sino también por sus cualidades sensoriales.
Las ventajas de la gelatina
Los antiguos egipcios ya conocían la gelatina y 3.000 años después no hay otro hidrocoloide que aúne las características beneficiosas que nos ofrece este producto.
Sus óptimas propiedades vinculantes, su excelente efecto como estabilizador y la formación de espumas perfectas garantizan la estabilidad de los platos que se cocinan con gelatina. Por ello, no sólo las gominolas conservan sus formas curiosas, sino también algunos postres elaborados con este componente y otros platos similares. Como la gelatina está disponible en varias formas y distintas capacidades de gelatinizar, se puede encontrar una solución “a medida” para cada plato.
Nota para los diabéticos: el uso de sustitutivos del azúcar no es un problema en platos cocinados con gelatina. El punto de fundición, la liberación de aromas y la textura difieren poco de los platos tradicionales preparados con azúcar.
Sabor incomparable
En contraste con otros hidrocoloides, la gelatina se derrite a temperatura corporal y por ello puede deshacerse en nuestra boca, dándonos un sabor muy cremoso. La liberación de aromas es una gran experiencia para el sentido del gusto. En las gominolas se asegura ese especial especto chicloso. Además, la gelatina se puede utilizar para crear platos “transparentes”, como los dulces de gelatina y los aspics. Después de todo, la comida debe ser un festín para los ojos.
Práctica ¿pero también saludable?
Empleada durante décadas, la gelatina se ha establecido como parte fundamental de las dietas. No tiene colesterol, purina, azúcar ni grasa. Además, y gracias a su alto contenido en los aminoácidos esenciales, es una excelente fuente de proteínas. Al mismo tiempo, la gelatina es un producto comestible completamente natural y sin aditivos. Es, por tanto, el correcto agente gelatinoso para una dieta saludable.
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